Consiste
en tomar productos naturales, la mayor parte de ellos vegetales, sin apenas
elaborarlos y que se sometan al calor.
Con la
llegada del buen tiempo apetecen mas las comidas menos elaboradas y naturales,
que nos proporcionan mayor sensación de frescor y ligereza. Los crudiveganos son excluyentes con otro
tipo de alimentos como pescado y carne.
Esta dieta
tiene propiedades muy beneficiosas:
Nos va a
aportar mayor cantidad de nutrientes, vitaminas, minerales y antioxidantes.
Ejerce una
acción depurativa del organismo, disminuyendo o erradicando el mal aliento
matutino, el estreñimiento, las digestiones pesadas, la incidencia del cáncer
de colon…
Nos
proporciona mayor energía. Una frase que suelen utilizar sus incondicionales es
que << Cuanta mas vida comemos, mas vida tenemos>>.
Es una
forma saludable de adelgazar, ya que nos va a hacer perder peso de una forma
lenta y paulatina, que es como realmente se debe adelgazar. Así, evitamos
recuperarlo casi inmediatamente y que se produzca el temido efecto yo-yo, como
sucede con otras dietas.
Con ella
damos mas variedad a nuestra dieta, con sabores y texturas que resultaran un
contraste con lo que estamos acostumbrados a comer habitualmente.
Un método
estupendo para ir introduciéndolo en nuestra rutina culinaria es establecer un
día crudivegano, en el que siempre debemos procurar incluir los alimentos
propios de cada estación del año, ya que son mucho mas nutritivos.
En este
tipo de dietas no deben faltar alimentos como: Manzana, (mucho mejor si se
comen sin pelar y a mordiscos); Fresas (siempre en su punto de madurez);
melocotón, lechuga, tomate, zanahoria, canónigos, setas, champiñones, frutos
secos, (mas recomendables: nueces, almendras, avellanas y piñones), acelgas (jóvenes
y frescas), hierbas aromatizantes y saborizantes, algas, semillas, brotes…
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