Consejos para mejorar la salud del corazón.
El carácter, la personalidad, la actitud y la sensibilidad influyen en la aparición de patologías cardiovasculares. Y a ellas se suman una serie de factores constitucionales, ambientales y de hábitos de vida que tienen tanta transcendencia, si no mayor, en la aparición de enfermedades del corazón.
Dieta alimenticia. Una diete sana y equilibrada compuesta por alimentos sanos y naturales, rica en fibra, frutas y verduras, pobre en sal y con escaso aporte de grasas de origen animal previene la aparición arterioesclerosis y de cardiopatía coronaria. Las grasas saturadas (yema de huevo, mantequilla, manteca) elevan el colesterol, y la sal favorece la elevación de la tensión arterial. Una alimentación inadecuada, sobre todo, en lo que respecta al aporte excesivo de grasas saturadas, calorías y sal, es perjudicial para el corazón.
La tensión arterial. La hipertensión arterial lesiona las arterias, particularmente, las coronarias. Las hace mas rígidas y las endurece. Ello representa un mayor trabajo para el músculo cardíaco y una dificultad en su oxigenación y nutrición. Las cifras ideales de la tensión arterial son 12 de máxima y 8 de mínima, no debiendo superar nunca cifras de 14 de máxima y 9 de mínima. Importante tomarse periódicamente la tensión e ingerir poca sal.
El colesterol. La persistencia por largo tiempo de cifras altas de colesterol en sangre da lugar a arterioesclerosis, a la formación de ateromas y a cardiopatía coronaria. Una dieta pobre en grasas saturadas y la toma de medicamentos, bajo control médico, son medios eficaces para proteger el corazón.
Hábitos de día. La vida sedentaria es un factor de riesgo. Realizar algún deporte - adecuado a la edad y condición - es un seguro de buena salud para el corazón. Los aeróbicos (natación, carrera, bicicleta, baile) son los mas recomendados. El hábito de fumar es muy perjudicial para el corazón y está ligado a la aparición de infarto de miocardio y de cardiopatía isquémica.
El mal genio perjudica el corazón. El malhumor continuado puede incrementar el riesgo de sufrir un infarto o un derrame cerebral.
En las dos horas después de un enfado, las posibilidades de sufrir un ataque de corazón se multiplican por cinco, y las de sufrir un derrame por tres.
Según los expertos, es acumulativo, el riesgo aumenta cuanto mas frecuentes son los enfados.
O sea que ya sabéis, a no enfadarse, que el mas perjudicado es el que se enfada.
Bien !
ResponderEliminarBuenas tardes Mark, que tal va todo?
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