Blanquear la carne: Extrae las impurezas de la carne echándola en una cazuela con agua hasta cubrir. Deja que rompa a hervir y, justo en ese momento, retira la cazuela del fuego. Cuela la carne desechando el agua.
CARNE: La carne suelta más su jugo si al preparar un plato con ella dejamos para el final la sal.
Seguro que cuando amasas la carne picada para preparar hamburguesas o albóndigas, suele pegarse la carne en tu mano. Para evitar que esto ocurra, mójate previamente las palmas de las manos en agua o espolvorea harina en ellas.
ASADO: Si después de hacer un asado de carne descubres que ha quedado algo duro, no te preocupes tiene solución, cúbrelo por todos lados con rodajas de tomate y ponlo en el horno durante 10 minutos. Al cabo de ese tiempo ya puedes sacarlo y comprobar los resultados.
Para que la carne esté mas jugosa. Para que el guiso horneado no se reseque nada, lo mejor es que precalientes el horno a 180% y lo subas a 200% justo en el momento de meter la carne. También ayuda si cubres la carne con verduras que suelten agua, como tomates, cebollas o calabacines.
Con mas gusto. Resaltarás bastante mas el sabor de la carne al horno si añades un vasito de vinagre de vino o de vino blanco disuelto en agua fría, a media cocción.
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