Llegar a las aceitunas.
Dicen que la expresión "llega a las aceitunas" se acuñó allá por el Siglo de Oro español para referirse a los tardones, a los desconsiderados invitados que llegaban tarde a una comida. Y es que, en aquella época, las olivas no solo se servían como aperitivo, sino que se tomaban de postre. Deliciosas en todas sus vertientes, las aceitunas son un ingrediente básico de la dieta mediterránea. Gracias a ellas, obtenemos el oro líquido, el aceite de oliva. Pero para consumirlas hay que aliñarlas. Si alguna vez te encuentras paseando por un campo de olivares y tienes la tentación de probarlas, no lo hagas, la aceituna recién cogida tienen un sabor extremadamente amargo.
Vareando
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