El ajo. Se utiliza como condimento en muchas recetas de la dieta mediterránea, y si se consume crudo, sus beneficios aumentan. Tómalo a diario.
Es una de las hortalizas mas presentes en la dieta mediterránea, y a su intenso sabor hay que sumarle sus innumerables propiedades, aprovechadas en el mundo de la medicina. Si se toma crudo y en ayunas, muchísimo mejor.
Que no falte en tu mesa. Fortalece el sistema inmunológico, protege el hígado y la vesícula, y ayuda a tener una buena digestión.
Mejora la circulación. Es anticoagulante, vasodilatador y depurador, por lo que aumenta el flujo sanguíneo y protege el corazón y las arterias.
Es antiséptico y expectorante. Es muy recomendable para las personas que sufren asma y alergias, ya que protegen el sistema respiratorio. Si tienes tos o catarro, toma uno o dos dientes de ajo cada día.
Mantiene el colesterol a raya. Reduce el malo y aumenta los niveles del bueno.
Elimina toxinas. Es un alimento fundamental para que el aparato digestivo funcione correctamente debido a su acción antidiarreica. También es ideal para que tu cuerpo se deshaga de las sustancias nocivas, pues es un fantástico desintoxicante.
Combate el estrés y la depresión. Incrementa el nivel de serotonina. Además, propicia el descanso nocturno.
Es bueno para personas diabéticas. Aumenta la insulina y regula los niveles de azúcar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario