Aunque antes de 1912 ya se había experimentado
con productos químicos para alisar el cabello (que no prosperaron tras quemar el
cuero cabelludo de varias mujeres), no fue hasta ese año cuando Lady Jennifer
Bell Schofield diseñó el primer alisador, que consistía en dos placas de metal
que descansaban en una bisagra, muy similar al que utilizamos hoy en
día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario