Nadie recordaría al buen samaritano, si además de buenas intenciones no hubiera
tenido dinero.
El dinero siempre está ahí; sólo cambian los bolsillos.
Con el dinero sucede lo mismo que con el papel higiénico; cuando se necesita, se necesita urgentemente.
El dinero no es nada, pero mucho dinero, eso ya es otra cosa.
El dinero siempre está ahí; sólo cambian los bolsillos.
Con el dinero sucede lo mismo que con el papel higiénico; cuando se necesita, se necesita urgentemente.
El dinero no es nada, pero mucho dinero, eso ya es otra cosa.
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