Cada cual en su
corral.
Cada Gallo en su gallinero, y el ratón en su agujero.
Cada puerta anda bien en su quicio, y cada uno en su oficio.
Indica que cada uno debe prudentemente ocuparse de las cosas que le incumben y advierte de la inconveniencia de observar, criticar o enderezar los asuntos ajenos. Apoyándose en la comparación del gallo y el gallinero (esto es, el dueño y su casa) la sabiduría popular ha establecido que no debemos revolver o picar en el corral ajeno, o lo que es lo mismo: meter "el cuezo" (la cuchara, el cazo) donde no debemos.
Cada gallo en su Muladar.
El Gallo es una figura clásica en la cultura popular: en las adivinanzas, en los dichos y, naturalmente, en los refranes, se cita este animal en numerosas ocasiones. Representa al dueño de la casa, al amo o al cabeza de familia. Es el símbolo del hombre en el refranero. En este caso, se recomienda que cada cual permanezca en su casa y se ocupe de sus propios asuntos.
Cada Gallo en su gallinero, y el ratón en su agujero.
Cada puerta anda bien en su quicio, y cada uno en su oficio.
Indica que cada uno debe prudentemente ocuparse de las cosas que le incumben y advierte de la inconveniencia de observar, criticar o enderezar los asuntos ajenos. Apoyándose en la comparación del gallo y el gallinero (esto es, el dueño y su casa) la sabiduría popular ha establecido que no debemos revolver o picar en el corral ajeno, o lo que es lo mismo: meter "el cuezo" (la cuchara, el cazo) donde no debemos.
Cada gallo en su Muladar.
El Gallo es una figura clásica en la cultura popular: en las adivinanzas, en los dichos y, naturalmente, en los refranes, se cita este animal en numerosas ocasiones. Representa al dueño de la casa, al amo o al cabeza de familia. Es el símbolo del hombre en el refranero. En este caso, se recomienda que cada cual permanezca en su casa y se ocupe de sus propios asuntos.
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