Evitar la aparición de los sabañones: Suelen aparecer en manos pies y orejas por las bajas temperaturas. Son lesiones rojizas, que desaparecen al apretarlas y están frías.
Protegerse bien. La clave es prevenir. Usar un calzado que abrigue, orejeras y guantes. Conviene no exponer manos y pies al calor directo de los calefactores, pues los cambios de temperatura perjudican la piel.
Si, a pesar de todo, los sabañones aparecen, el dermatólogo puede recetarte cremas específicas.
Limón. Unas gotas de limón y adiós al dolor. Con el frío intenso del invierno vuelven los sabañones, unas lesiones que aparecen, sobre todo, en las manos, pies y orejas. Se manifiestan con enrojecimiento e inflamación, y suelen causar picor y dolor. Para calmar estas molestias, exprime un limón y aplica, varias veces al día, un par de gotas sobre las áreas dañadas, combinándolo con un ligero masaje.
También puedes hacer una pasta mezclando un poco de cebolla cruda machacada con miel y un poco de sal. Ambos remedios te aliviarán.
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