Ordena el cerdo granjero:
“ ¡ Fusilen a todo pájaro ¡ “.
Y suelta por los trigales su policía de
gatos.
Al poco rato le
traen un pajarillo aterrado,
que aún tiene dentro del pico, un grano que no ha
tragado.
¡ Vas a morir, por
ratero ¡”.
“¡ Si soy un pájaro honrado, de profesión carpintero, que vivo de mi
trabajo ¡ “.
¿ Y por qué robas mi
trigo?”.
“¡ Lo cobro por mi salario, que Vd. se negó pagarme, y aún me debe
muchos granos ¡, y lo mismo está debiendo, a los sapos hortelanos, a mi compadre
el hornero, y al minero escarabajo, a las abejas obreras, y a todos los que ha
estafado.
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