El Buen Anfitrion
Si no tenemos personal de
servicio, los anfitriones son los encargados de servir y de retirar los
platos.
Se empieza a servir por la
mujer de mayor rango, que ocupa la derecha del anfitrión, (¿y cual es la de
mayor rango? y luego se continúa por el resto de señoras hasta llegar a la
anfitriona.
Luego el caballero de mayor rango-categoría, que estará sentado a la derecha de la anfitriona, y seguimos por el resto de caballeros hasta llegar al anfitrión.
Luego el caballero de mayor rango-categoría, que estará sentado a la derecha de la anfitriona, y seguimos por el resto de caballeros hasta llegar al anfitrión.
Existe otro modelo que es
empezar por la anfitriona y el resto de señoras por orden de importancia, y
luego el anfitrión y el resto de caballeros por orden de importancia. (vaya
lío).
Salvo que sea un encuentro
muy formal, por comodidad y agilidad en el servicio, se puede hacer por puro
orden de los comensales en la mesa, pasándose la fuente, sopera, etc. unos a
otros de izquierda a derecha. (Esta es la que yo voy a
usar).
Los anfitriones son los
encargados de marcar el comienzo del almuerzo o cena, y también los encargados
de marcar el ritmo de la comida, siempre atentos a todos los comensales para
calcular el ritmo adecuado.
Es habitual tomar el
aperitivo y cenar en el mismo sitio. Pero si viniéramos de otra sala, suele
entrar la anfitriona primero del brazo del invitado de mayor importancia, luego
el resto de las mujeres, luego los caballeros cerrando la entrada el anfitrión
del brazo de la invitada de mayor importancia. (Vaya
chorrada).
Recuerde que la comida se
sirve por la izquierda y la bebida por la derecha. Los platos se retiran por la
derecha. Todos los elementos de la vajilla, la cubertería y la cristalería que
se retiren, deben llevarse a la cocina, y no dejarlos amontonados en otra mesa
contigua o en un carrito de
servicio.
Los anfitriones deberán
estar atentos para que no falte de nada: pan, salsa, bebida, etc. Es mejor estar
pendientes a que nos lo pidan.
Si los invitados son
muchos, con antelación a la comida, habremos pedido la ayuda de algún amigo
íntimo para que nos ayude en estas labores de "servicio". No deje que otros
invitados se levanten de la mesa. Agradezca su ofrecimiento, pero rechácelo.
Sería un "jaleo" que la gente se levantase de la mesa para
ayudar.
Los regalos "culinarios"
como un vino, un postre, etc. se pueden poner a la mesa si hay cantidad
suficiente para todos. Si no, es mejor que agradezca el regalo de todos modos, y
disculpe el no ponerlo a la mesa, por no haber suficiente para
todos.
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