Secreto de una pareja feliz
Se cuenta la historia de un
hombre que tenía gravísimos problemas con su mujer; la relación entre ellos era
tan mala, que sólo faltaba que llegaran a los golpes. Este hombre estaba
convencido de que lo mejor era divorciarse, pero no estaba dispuesto a ceder en
lo que suponía serían las pretensiones de su mujer.
Fue a ver a un amigo abogado,
para que lo asesorara acerca de la mejor manera de divorciarse, sacando el
mayor provecho posible.
Su amigo, que era muy astuto,
le aconsejó: "No vale la pena que te divorcies así nada más, ya que sería
demasiado fácil; lo que te aconsejo es que cambies tu actitud hacia tu mujer:
trátala bien, sé amable y paciente con ella, comienza a tener detalles
cariñosos hasta que ella vuelva a enamorarse de ti, y cuando la tengas rendida
de amor, entonces abandónala y divórciate de ella; eso le dolerá más".
Al hombre de la historia le
pareció una excelente idea e inmediatamente puso manos a la obra. Por supuesto
que la esposa no daba crédito a lo que estaba pasando. Mucho tiempo después los
amigos volvieron a encontrarse casualmente en la calle, y el abogado le
preguntó:
"¿Qué pasó? ¿Ya se
volvió a enamorar de ti?"? El amigo le contestó que ahora ella estaba
prácticamente rendida a sus pies, por lo que el hombre de leyes le dijo:
"¿Estás listo para dejarla y divorciarte?", a lo que el amigo le
contestó: "¿Estás loco? No tienes idea de cuánto ha cambiado mi mujer
desde que empecé a ser diferente con ella; ahora ella me respeta y atiende, es
cariñosa y amable. ¡Hasta estamos hablando de hacer otro viaje de luna de
miel!".
El secreto de este hombre fue
que descubrió que en todo matrimonio siempre hay una persona a la que podemos
cambiar: a nosotros mismos; y hay una persona a la que nunca podremos cambiar:
nuestra pareja. Muchos conflictos de matrimonio se originan por la lucha que se
da entre los dos cónyuges, para cambiar lo que no les gusta del otro.
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